La SSVP ha sido invitada a la Mesa redonda de grandes asociaciones que se están celebrando los días 6, 7 y 8 de marzo en la UCAM junto con Cáritas, Manos Unidas, Proyecto Hombre y la Pastoral Penitenciaria, para hablar de los planes de formación estatal en las organizaciones de acción social.
Mesa moderada por Ana Ortuño, Coordinadora del Servicio de Voluntariado de la UCAM, donde los representantes de las asociaciones invitadas, ante un público mayoritariamente universitario, dieron a conocer sus planes de formación, así como los objetivos más destacados y en que está actualmente trabajando cada asociación.
La SSVP estuvo representada por el Vpte. Nacional Juan Manuel Buergo, que explicó dada la dimensión internacional de la SSVP, como existe un tronco común de formación básica que es la que conforma la identidad de la SSVP Global, donde se encuentra nuestro carácter católico, nuestros principios, nuestras normas de funcionamiento, nuestra historia y nuestra pertenencia a la FAMVIN. Esta identidad formativa se prepara desde la Vicepresidencia Internacional de Formación que actualmente la ostenta la Presidenta nacional de España, pero que también respeta en lo accesorio la diversidad de cada país.
Asimismo, explicó que en España se celebran distintas jornadas anuales de formación y espiritualidad así como que hay un Centro de Estudios y Formación dependiente del Consejo Nacional, que imparte formación a los distintos Consejos y Conferencias que lo precisen. Igualmente, comentó que hay también planes de formación para voluntarios no consocios y para empleados.
Como conclusión, manifestó que para Las Conferencias la formación se imparte para mejorar nosotros como personas, para fomentar nuestra identidad dentro de la propia SSVP, para saber que nuestro compromiso se fundamenta en la oración y en la acción y que se manifiesta a través del contacto personal, en un mejor servicio a Jesucristo en la persona del necesitado, procurando devolverle la dignidad perdida y aliviando no sólo sus necesidades básicas si no también con nuestro testimonio, llevar la alegría del Evangelio.