El acto de toma de posesión se produjo en París, pasado 9 de septiembre de 2023, en la Capilla de San Vicente de Paúl, donde reposan los restos del santo, durante una solemne eucaristía concelebrada y presidida por el padre Andrés Motto CM, asesor espiritual del Consejo General.
El nuevo presidente general, el español Juan Manuel Buergo, después de la intervención de su predecesor el brasileño Renato Lima de Oliveira, dirigió un emotivo discurso a los fieles presentes. A la ceremonia de toma de posesión asistió una nutrida representación de países de la Confederación, entre ellos estaban presentes o representados los Consejos Superiores de Australia, Italia, Brasil, Estados Unidos, Inglaterra, Francia y España.
En este discurso, el recién nombrado 17º presidente general anunció el lema de su nueva presidencia. Un texto del principal fundador Federico Ozanam, escrito en Pisa, en 1853, poco antes de morir:
“…Lágrimas de alegría se escapan de mis ojos, cuando encuentro a tan gran distancia nuestra pequeña familia, siempre pequeña por la discreción de sus obras, pero grande por la bendición de Dios. Aunque hablando diferentes lenguas, las manos se estrechan siempre con una cordialidad tan fraternal que bien podrían reconocernos por la misma señal con que reconocían a los primeros cristianos:
¡Mirad cómo se aman!”.




El nuevo presidente general que fue elegido en Roma el junio pasado, por un periodo de seis años, presentó las principales líneas generales de su nuevo mandato. El programa basado en los principios fundacionales, pretende ampliar y mejorar la atención más cercana y personal con el que sufre, no solo atendiendo su pobreza material, sino también la espiritual.
Destacamos las siguientes:
-Establecer un programa mundial de fortalecimiento espiritual denominado «Creciendo Juntos en la Fe», para potenciar el sentido de misión que venimos desarrollando.
-Fomentar la segunda red de caridad, que es la caridad entre los consocios, la que practicaban nuestros fundadores, basada en la cordialidad fraterna.
-Instituir una vez al año una Jornada Vicentina Internacional en una ciudad relevante de cada continente, para dar a conocer mejor nuestra acción social.
-Potenciar nuestra presencia en los organismos internacionales y mejorar la comunicación.
-Evaluar las necesidades de los Consejos Nacionales para implementar un mejor servicio del Consejo General. Fomentar los hermanamientos.
-Buscar la colaboración de la Iglesia, Familia Vicenciana y otras instituciones afines.
-Fomentar la presencia juvenil vicentina y potenciar los intercambios internacionales para apoyar a las misiones locales.
-Crear un equipo para que estudie formas creativas de financiación para abordar los cambiantes tipos de pobreza.
La Sociedad de San Vicente de Paúl se fundó en París en 1833 por Federico Ozanam y un grupo de amigos, como asociación de laicos católicos que quieren mejorar su vida y la de los demás a la luz del evangelio. El Consejo General se instituye en 1839, debido al rápido crecimiento internacional y a la necesidad de generar una estructura. Actualmente, representa a la Confederación Internacional de la que participan 155 países de los 5 continentes y de la que forman parte más de 800.000 socios y 1.5 millones de colaboradores y voluntarios, que asisten todos los días a más de 30 millones de personas en todo el mundo.