El día 10 de Noviembre, se constituyó la Conferencia de San Antonio de Padua en de Daganzo (Madrid).
Desde el mes de mayo, comenzó un pequeño grupo, a realizar acompañamientos a personas en soledad o enfermas y, para ello, contamos con la colaboración del párroco y las trabajadoras sociales de esta localidad, quiénes nos ayudaron a llegar a estas personas.
Como cualquier Conferencia, tratamos de unirnos en la oración compartida, que fortalece nuestra fraternidad y nos impulsa a la acción, al contacto personal con el que sufre, como es nuestra seña de identidad.
Este pequeño grupo se ha ido consolidando y viviendo con mucha ilusión esta entrega a las personas que sufren una de las grandes pobrezas de nuestra época: la soledad.
En octubre, hicimos una nueva convocatoria para poder llegar a más personas en situación de soledad y la respuesta no se hizo esperar. Contamos con una estupenda Presidenta que cada día nos envía unas palabras de ánimo para comenzar la jornada desde la fe, una magnífica Secretaria llena de alegría y entusiasmo que contagia (todas las personas a las que visitamos, nos preguntan por ella), una Tesorera que aún no ha tenido la oportunidad de desvelar sus dotes para este servicio pues estamos en los comienzos y tres consocias más, todas ellas madres de familia, que ponen su tiempo al servicio de Dios en su entrega a los demás.
Tenemos una gran ayuda y empuje por parte de Don Antonio, el Párroco, que nos ha recibido con una hermosa charla sobre los orígenes de las Conferencias en el París de 1833 y nos hablo de uno de nuestros fundadores, el Beato Federico Ozanam que hemos agradecido muy de corazón.
¡¡¡Bienvenidas a esta gran familia que es la Sociedad de San Vicente de Paúl!!
Lourdes Mesa