Tendría que remontarme meses atrás y,con cierto pesar, volver a recordar días de sufrimiento e incertidumbre…, pero, dejemos los malos ratos en el «armario del recuerdo».
Estamos a cinco de diciembre y, con gran alegría, procedemos a la firma del contrato de arrendamiento de un local, no muy lejos de nuestra emblemática Casa-Hogar Federico Ozanam; días antes, celebrábamos la Festividad de la Virgen de la Medalla Milagrosa y, con más miedo que vergüenza, visitábamos varios Consocios el que, sin aún saberlo, iba a convertirse en un Centro en el que se manifestaría el Amor de Dios al prójimo bajo el «paraguas» del Espíritu de Vicente de Paúl.
Semanas de trabajo, de mudanzas, de nervios y de gran responsabilidad al afrontar una etapa completamente nueva y/o renovada para muchos Consocios.
Llegó el día; Monseñor D. Rafael Zornoza Boy, Obispo de la Diócesis de Cádiz y Ceuta, había accedido gustosamente a la invitación de este Consejo de Zona para la Bendición e Inauguración del Centro María Milagrosa.
La mañana del día veintiséis de enero fue movida, pero vivida intensamente por muchos Consocios de Jerez y, sobre todo, de San Fernando; se ultimaban los cuadros, cortinas, plantas… y no se escatimaba en pasar una y otra vez la fregona por el piso con la única finalidad de que todo estuviera digno y reluciente para dar la bienvenida a esta nueva etapa.
Son las cinco de la tarde; catorce personas, bajo el nombre común de Conferencia Juan XXIII, tenían su primera reunión de Conferencia para dejar constituida la Mesa de Servicio… una hora más tarde, el Consejo de Zona, al completo, ratifica dicha Mesa de Servicio y felicita a todos los Consocios por el gran entusiasmo con el que comienzan su andadura. Resaltar la frase de «la Comunión y el Amor debe darse entre nosotros, sólo así podremos Servir y manifestar el Amor de Dios por medio de una Caridad organizada ante aquellos que más sufren».
Siete de la tarde. Comienza a llover «a cántaros», la sonrisa de los asistentes no disminuye; al contrario, bromeamos comentando que ni la lluvia quería perderse el esperado acto de Bendición e Inauguración del Centro María Milagrosa donde se daría «el pistoletazo de salida» de un equipo de Caridad desbordante.
Me tocaba abrir el protocolo con un saludo de bienvenida a todos los asistentes; me presenté como «un forastero», pues no soy ni vivo en San Fernando, aunque ya la sienta como mía… Gratitud hacia los asistentes: Monseñor Rafael Zornoza Boy, Obispo de la Diócesis de Cádiz y Ceuta; Sr. Arcipreste y Delegado Episcopal de Cáritas Diocesana de Cádiz y Ceuta, Padre Alfonso; Doña Salud, Presidenta del Banco de Alimentos de Cádiz; Hijas de la Caridad; Hermano Mayor de la Hermandad del Cristo de Medina Celi; Hermano Mayor de la Hermandad del Rocío; miembros de la Unión de Hermandades de San Fernando; autoridades Militares; Bienhechores, Voluntarios y Consocios de las Conferencias de San José, Desamparados, San Pedro y San Pablo, de la localidad anfitriona, así como Consocios de la Conferencia Santa Luisa de Marillac de Jerez de la Frontera y, como no, Vicencianos de Juan XXIII, recién constituida.
Tras mostrar nuestro Carisma, resaltar la única intención de Servir y Acompañar a los más Pobres entre los Pobres en el Centro que se iba a inaugurar; recordar, con gratitud, el recién clausurado Año de la Misericordia y, como no, manifestar la alegría y regocijo por los Cuatrocientos Años del Carisma Vicenciano que estamos celebrando en este año.
El Sr.Obispo, continuó con una minuciosa semblanza de la Familia Vicenciana;hizo un recorrido de la vida de Vicente de Paúl y Luisa de Marillac como «los grandes motores de la Caridad organizada». Continuó alabando las virtudes del Beato Federico Ozanam, hizo mención del compromiso cristiano de don Santiago Massarnau, concluyendo su intervención elogiando a toda la Familia Vicenciana que a lo largo de todos estos años ha Servido en todo el mundo y, especialmente, a la provincia de Cádiz en sus diferentes formas de Servir al prójimo: Centros Educativos, Centros Sanitarios, Centros de Acogida, Comedores, Casas-Hogar…
Todos los asistentes nos fundimos en un aplauso al ver la placa conmemorativa descubierta por el Prelado; ahora sí, el Centro María Milagrosa había comenzado su andadura con el compromiso de dignificar la Vida de todo ser humano.
Tras el acto de Bendición, tuvimos la oportunidad de brindar por este nuevo Centro y/o Servicio Vicenciano para y por los habitantes de San Fernando.
Francisco Holgado Ruiz
