El caso que permitió la beatificación de Ozanam fue un milagro que aconteció en Brasil en 1926 (la curación de un niño que sufría de una difteria muy grave). Desde entonces, ha habido otros relatos y testimonios que apuntan a la santidad de Federico. Actualmente, el Consejo General Internacional ha estado trabajando institucionalmente para lograr la canonización, la cual, seguramente, con la gracia de Dios, ocurrirá muy pronto. Un posible nuevo milagro, también en Brasil, se está analizando por el Vaticano después de muchos años sin novedades en el proceso de canonización. En estos seis últimos años, el Consejo General ha estado trabajando intensamente para que la Santa Iglesia proclame la santidad de Ozanam.
Para la canonización de Ozanam, más allá de un nuevo milagro, es necesario que aumente la devoción por él, especialmente entre nosotros, consocios, y también entre las familias acogidas y los beneficiarios de nuestras obras. Necesitamos incluir a Ozanam en nuestra vida diaria, pidiendo su intercesión en casos más sencillos como, por ejemplo, el empleo, la salud, la familia, los estudios, los logros financieros.
“Ozanam es la luz radiante que ilumina nuestra Sociedad. Junto con los otros padres fundadores, ofreció soluciones pacíficas y eficaces a la cuestión social, llevando el Evangelio del Señor a todas partes, especialmente a los corazones de los más humildes y vulnerables. Ozanam es un ejemplo para todos nosotros en este siglo. Roguemos a Dios para que el legado de Ozanam inspire al mundo de hoy. Cuando la canonización tenga lugar, será obviamente un hito en la historia de la SSVP”, exhortó nuestro Presidente General, el consocio Renato Lima.
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